Cuento de Hadas-Anillo

(Sound track)

Catorce mil años y solo era una niña. Aquí la gente crece de arriba hacia abajo. Se ha pasado un tiempo largo entrada en el bosque, guiada por luciérnagas, mientras el satélite de esta tierra alumbra carmesí.

-Pequeñas traviesas de luces violetas, hacia donde me llevan? Tengo el presentimiento que solo han jugado conmigo llevándome en círculos, para distraerme y hacerme perder el rumbo y la brújula, que ya ni aprecio en qué lugar dentro de esta fauna me encuentro.

Se ha perdido una milenaria en el bosque en busca de dulces moras, que le han sido prometidas por luciérnagas. Entre arbustos y plantas de colores turquesas radiantes, se inunda de sonidos la noche y los sapos cantan y bailan en sus charcos. Se ha distraído por el canto y se desvía de sus guías.

-Escucho un extraño sonido, serán sirenas nocturnas en medio del bosque?

El satélite reboza en gotas carmesí y todo lo ilumina. Ha pintado de extraños tonos la piel de los sapos, y les ha dotado de hermosos ojos.

Se encuentra parada frente al charco, admirando el coro de sonidos atrapantes y alucinantes.

-A qué se debe la fiesta?

Y los sapos solo cantaban. Una luciérnaga se asomaba para regresarla a la aventura prometida de las moras. Y el coro continúa cantando y bailando.

-Yo también quiero bailar!-decía mientras introducía un pie en el charco para convertirse en anfibio en una noche carmesí, las luciérnagas trataron de detenerla… pero fue el silencio lo que la detuvo.

-A los niños dulces, a los sapos sapos, a buscar tus moras, a viajar con luciérnagas, bailar no es tu fuerte y menos en luna carmesí y acompañada de luces violetas, vuelve con ellas, vuelve con ellas!-Le ha dicho un sapo antes de que se marche a la profundidad de su charco.

-Y quien te ha dicho que no puedo bailar, puedo ser anfibio y las moras pueden esperar.

De vuelta al camino porque las luciérnagas han insistido, con los pies estropeados de tanto caminar.

-Más les vale que lleguemos, porque la luna ya casi dejara de gotear.

Se encontró en un claro, donde un frondoso árbol era el centro de vida de todo lo que respiraba en aquel bosque y todo a su alrededor era hermoso a la luz de la luna, y olía ambrosia para quien a esperado tanto. En su follaje poseía puntos de luces parpadeantes, y fue entonces cuando se percató de que eran frutos, se acercó para disponer de ellos.

Con uno en la mano derecha y otro en la izquierda los frutos cambian de forma y de color.

-Pero que es esto?

Y las luciérnagas se acercaron... -Uno primero y el otro después.

Al morder uno, el otro se secó y se murió en su mano... Se ve en el bosque caminando a solas guiadas por luciérnagas, e inducida por un sapo a no entrar a un charco.

-Otra vez el mismo árbol. Esta noche ya casi cae la ultima gota!

-M.S.

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